<P align=center><EM><STRONG><FONT color=darkgreen>La palabra en mi...</FONT></STRONG></EM></P>
<P align=center><STRONG><EM><FONT color=#006400></FONT></EM></STRONG> </P>
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<P align=center><EM><STRONG><FONT color=darkgreen>Que el mar nunca deje de ser mar<BR>y la palabra siga siendo la madre del sentir<BR>a modo de trapecio estético<BR>subiendo la escalera de caracol<BR>y que el amigo siga siendo amigo,<BR>y que el horizonte siga provocando chispazos<BR>o relámpagos de muerte<BR>venciendo la curvatura del adiós...</FONT></STRONG></EM></P>
<P align=center><STRONG><EM><FONT color=#006400></FONT></EM></STRONG> </P>
<P align=center><EM><STRONG><FONT color=darkgreen>Que la palabra siga siendo la palabra<BR>que roza el límite del viento<BR>que agujerea a empujones el silencio<BR>sumergida en los singulares,<BR>ya que únicamente los singulares<BR>sustancian el infinito,<BR>rondando el límite de lo que a uno le gusta<BR>y la caída,<BR>y el levantarse,<BR>y el apostar,<BR>y el perder,<BR>y el ganar...<BR>y la arrogancia del luto<BR>que navega desde el fondo del viaje<BR>haciendo apología de las orillas<BR>y el amor,<BR>y los sueños,<BR>hechos de una energía poco convencional,<BR>poco conocida,<BR>que caen de una calle perdida en la ilusión<BR>para acurrucarse en el pensamiento libre,<BR>mientras la nostalgia se hace trizas<BR>y la poesía razón de ser... <BR> </FONT></STRONG></EM></P>