<P>"EL CABALLERO DE LA ARMADURA DE HIERRO"</P>
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<P><BR>"He tenido miedo de confesártelo Merlín, dijo Arturo. Pero cuando me inclino sobre el agua no puedo ver mi propio reflejo. No veo donde lavarme, ni siquiera se como soy". <BR>Y Merlín respondió: "La ausencia de reflejo significa que no tienes imagen de ti mismo. Cuando la imagen de ti mismo no te distrae; entonces estas en estado de inocencia". <BR>¿Qué nos viene a la mente cuando pensamos en la inocencia? Quizás recordemos cuando éramos niños, donde nuestro mundo consistía en jugar durante horas interminables, horas llenas de placer, de emoción, donde a cada momento descubríamos cosas nuevas. Nos maravillaba ver la belleza de una flor, o quizás, nos quedábamos esperando ver abrir sus pétalos... <BR>Podíamos ver con nuestros propios ojos la belleza de la creación y no nos preocupaba realmente nuestra imagen. No sabíamos que era ser gordo o flaco, alto o bajo, inteligente o poco dotado; simplemente "éramos"... <BR>Con el tiempo, fuimos creando nuestra propia imagen. La inocencia es un estado natural que todos poseemos que va quedando oculta tras la imagen que vamos creando de nosotros mismos. Las líneas y arrugas cuentan nuestra propia historia de vida, nuestras alegrías, nuestras tristezas, triunfos y derrotas; experiencias buenas y no tan buenas. <BR>Cuando creemos conocer "algo", incluyéndonos a nosotros mismos, en realidad lo que estamos viendo es nuestros propios juicios o rótulos. A todo le ponemos rótulos. Esto está "bien", esto está "mal", él es "amigo", aquel es un "extraño", y en base a los rótulos que le ponemos a las cosas y a las circunstancias es que nos manejamos por la vida. <BR>El Mago, nuestra sabiduría interior, no pone rótulos a las cosas. Él siempre ve las cosas como nuevas. Un mago puede pasar horas contemplando un cielo de estrellas o un ciervo pastando y en cada momento de su contemplación no deja de asombrarse. <BR>¿Cuántas veces nosotros podemos observar una cosa varias veces sin aburrirnos por el hecho de sentir que "siempre" estamos viendo la misma cosa?. No olvidemos que el mundo es un espejo de nosotros mismos. <BR>¿"Pero cómo podemos ver al mundo con nuevos ojos? preguntaron los mortales a Merlín. <BR>"Ustedes han perdido la inocencia. Como le han puesto un nombre a las cosas ya no ven las cosas... ven sus rótulos" dijo Merlín. <BR>El mundo es grande y está lleno de transformaciones fascinantes. Sin embargo para contemplar las cosas con los ojos del Mago es necesario que nuestro "YO" se transforme continuamente. La clave está en la transformación. No puedes traer al mundo a tu viejo yo y pretender ver al mundo enteramente nuevo. <BR>El Mago nunca ve las cosas de la misma manera dos veces. Cuando el Mago contempla a un cielo estrellado puede ver mas allá de él, puede percibir con los ojos de la inocencia, su calidez, su pureza, su eternidad... Cuando podamos transformar el modo que tenemos de "ver" las cosas, entonces habremos recuperado la inocencia. </P>
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<P>FUENTE: Un curso de Alquimia de Deepak Chopra.<BR>"La magia solo retornará con el regreso de la inocencia. La esencia del mago es la transformación".</P>
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