.
Y sonaba la campana que llamaba a muerto, las almas en pena desde el camposanto se preguntaban intrigadas:
-¿Y a quién traeran ahora?-
Mientras, a medio despertar, las viejas del pueblo preparaban sus mantillas, rosarios y crucifijos pues a manera de samurais alistaban su armamento en contra de los espiritus malignos.
-Hoy se va Nicanor-
comentaba el cantinero a uno de sus tempraneros parroquianos.
-Se fue desde antier, nomas que hoy lo entierran-
Contesto aquel borrachin mientras se santiguaba con la primera copa del día...
.