DE HORMIGAS Y COSTUMBRES; DE COSTUMBRES Y MORALES.-

Administrador Mensajes : 70 Fecha de inscripción : 16/06/2010

PARTE I.-
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No es pequeña la intrépida hormiga, si la miran con ojos de insecto, ni tan nimia la frágil espiga si pesan su maza evadiendo su aspecto. No se crea, señor, que su temple en efímero al lado del resto cuando pueda, de lejos, contemple que solo lo mengua ser falso y modesto. El recato, la imbécil modestia, y la añeja pasión por ser bueno, le hacen ver en cualquiera una bestia y a usted como presa que escapa sin freno. Se acomoda, pidiendo piedad, En la vil protección de sus miedos, Y para mayor comodidad Se inventa unos monstruos y morfa sus dedos. Asi son las víctimas, iguales A la hormiga que mira al humano, En la verdad que duele ven males, Y ven una trompada en cada mano. Los castigos del altruismo son brutales Empínese altivo, orgulloso, mi hermano.
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PARTE II.-
Si la hormiga simboliza el empeño y lo esforzado, la pasión por una hembra y el trabajo sin descanso, la labor que nunca duerme, los afanes subterráneos de imponer orden y normas en los ímpetus del caos ¿que virtud puede admirarse, que admirar en esos hábitos? si al final solo son muertos que pululan caminando, que se mueven por inercia sin saber que están andando, que a una reina se someten y esa reina, cual vil amo, se atosiga de alimentos que a sus fieles le ha sacado. No valen ni una minucia, ni una migaja de humano, ni una partícula efímera de un hombre libertario; cada vez que algún insecto en el suelo es pisoteado, no ha de culparse a esas plantas que por potencia asi actuaron, si ha de culparse al ruin bicho por ser un muerto pisado; si es pequeño y es sumiso, que sepa vivir debajo, ahí, en las sombras luctuosas entre el suelo y mis zapatos. 
PARTE III.-
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Si el mundo es tan solo un símbolo, y una imagen en los sesos, no veo do esta la falta en comparar al insecto con su pequeño tamaño y su obsecuente atrejeo, con la menguada energía y el petulante recelo que marcan a cada paso algunos pobres sujetos. Hormigas, larvas, esclavos, la falsedad de los miedos, la ignominia de las loas y su apócrifo deseo de ensalzar lo desdeñable y de mentir por provecho ¿no es, acaso, una hormiga Quien, asi, se mueve trémulo? no hay que culpar a las patas por aplastar lo indefenso.
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CEMENTO.-